Se acabó. Los centavitos que Wong, Metro, etc. nos obligan tácitamente a "donar" en las cajas para no quedar, delante de todos, como algún personaje de Molière, dejarán de circular dentro de dos días. Es más, los mencionados autoservicios tendrán que empezar, sin quererlo, a compensar las donaciones, porque la ley obliga a redondear a favor del consumidor. Así, si el pan cuesta S/.9.99, deberá redondearse a S/.9.95, conforme a la Nota Informativa que se halla disponible en la página web del BCR. Habrá que revisar muy bien los vouchers.
Una sola vez vi que alguien pidiera que le devolvieran los centavos. Fue un año después de los inicios de la circulación de las monedas, cuando un turista entró a un Wong y los pidió. No solo eso, le solicitó a la cajera que le diera los de bonitos de metal, no los plateados feos. En todo caso, aquí quien sale perdiendo es Caritas o cualquier otra causa a la que se remiten las donaciones.
Dentro de dos días, por lo tanto, tendremos pequeñas piezas de museo en las cornisas de las ventanas, debajo del Buda o del ekeko que atraen el dinero o en alguna latita que sirve para acumular los centavos. Si hay alguien contento, deberán ser las cajeras, puesto que ya no tendrán que hacer uso de la oración "¿Quiere donar sus centavitos...?" que hasta ahora tenían que repetir 600 veces diarias cada una.
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