Hace poco, un amigo de mi hermana fue diagnosticado con diabetes tipo 2 y se le prescribió metformina combinada con glibenclamida. La acidosis láctica provocada por el primer medicamento es muy rara, pero empecé a leer sobre eso y vi que la combinación de ambos podía aumentar el riesgo. Sin embargo, supongo que los médicos saben lo que hacen y tal vez también lo sabían cuando me prescribieron Entero-Vioformo, cuando era niño, para la enterocolitis, en una época en la que el sabor del barro del parque me parecía un interesante descubrimiento.
En 1961, la publicación estadounidense "American Motorcycling" publicó un artículo de Danny Liska con recomendaciones para aquellos aventureros que cruzaran el Río Grande. Una de ellas decía: "Luego de un par de semanas al sur de la frontera, vaya a una farmacia y compre Entero-Vioformo, para prevenir la diarrea". Más aún, Ciba-Geigy diseñó un "Family Pack" de prevención de enfermedades gastrointestinales para ser usado por viajeros que llegaran a países como el nuestro. Este paquete contenía 100 tabletas de Entero-Vioformo y se recomendaba que tomaran una diaria desde el día en que salieran de viaje. A pesar de que el clioquinol, o sea el Entero-Vioformo, fue prohibido en Japón en 1970 y en los Estados Unidos en 1971, este Family Pack se podía encontrar en farmacias del Reino Unido en 1977. Pero... ¿qué pasó con el remedio maravilloso?
Volviendo a mi época de niño, cuando iba al médico era más por mi bronquitis recurrente y había revistas en el consultorio del Dr. Abraham Zavala, en la calle Schell, para ser sometido a esas horrendas nebulizaciones en grupo que parecían cámaras de tortura torquemadiana. En dichas revistas, se describía coloridamente la efectividad del Entero-Vioformo de Ciba-Geigy para la disentería amebiana, y estamos hablando de principios de los setentas. A finales de los cincuenta, sin embargo, ya se describía en Japón el llamado SMON (Neuropatía subaguda mieloóptica). Las víctimas sufrían de modorra, seguida de alteraciones en la sensación y luego parálisis de las extremidades, defectos en la visión y ceguera. Se reportaron hasta 10,000 casos, muchos murieron. Los Estados Unidos sugirieron que era un nuevo virus (el virus SMON) e incluso dijeron en la prensa que lo habían aislado. En 1970, la evidencia de que los síntomas eran causados por el Entero-Vioformo salieron a la luz, aunque también el hecho de que en Japón lo prescribían como si fueran vitaminas. Pero ya en 1935, dos médicos argentinos habían anunciado extraños síntomas nerviosos en pacientes tratados con el medicamento. Observaciones experimentales con animales en 1939 habían mostrado que el medicamento podía provocar convulsiones y muerte en perros. Pero el mundo entró en guerra y las enfermedades gastrointestinales se multiplicaban en los campos, de modo que Ciba-Geigy ocultó los hechos y vendió la droga en grandes cantidades. Lo que sí hizo fue recomendar que no se la dieran a los perros.
El hecho de que Ciba-Geigy acordara pagar 490 millones de dólares en compensaciones no remedia el hecho de que jamás reconoció su culpabilidad, basándose en que en otros países, aparte del Japón, casi no apareció el SMON ("casi", es decir, que lo único que les faltaba era decir en el prospecto: "No se administre a perros ni a japoneses"). Recuerdo que me curé de los malestares intestinales, pero, volviendo a lo del amigo de mi hermana, espero que no suceda nada malo con la metformina. Porque ya anteriormente, un derivado, la fenformina, tuvo que ser retirado del mercado por causar muertes debido a acidosis láctica.
Algunos datos fueron tomados de "Prescriptions for Death: The Drugging of the Third World", de Milton Silverman (University of California Press).
Algunos datos fueron tomados de "Prescriptions for Death: The Drugging of the Third World", de Milton Silverman (University of California Press).