miércoles, 29 de noviembre de 2023

La película peruana que nadie ha visto


La imagen de arriba muestra a los protagonistas de la película "Retorno hacia Paparri", filmada en Iquitos en 1972 por la empresa Nova Film. Son Julio Rojas Cárdenas, Jenny Gronerth y Robinson Peña; la dirección estuvo a cargo del británico Mark Salvage con un guión de Philippe Helsen, quien se ve en la segunda imagen.


Hasta aquí, nada extraordinario. Lo curioso es que no existe ninguna referencia a ninguno de los realizadores. En la publicación se dice que Mark Salvage era conocido internacionalmente como "El León de Italia". ¿De dónde? El único Mark Salvage que se conoce de esa época era un actor que tuvo un papel insignificante en "La caída de los dioses" de Luchino Visconti. Respecto a Phillipe Helsen, el único que van a encontrar es un hombre vinculado a la biología.
La historia, se supone, comienza así: Un pequeño llamado Juan (Julio Rojas) ve entrar en un bar a un anciano embriagado y ve que las cosas no son como en su aldea natal, llamada Paparri, "donde sus habitantes se confundían con la pródiga naturaleza...", de modo que decide arriesgarse a regresar. Según la nota, la cinta (en technicolor) ya estaba prácticamente vendida a mercados del exterior y se estrrenaría en septiembre de 1972 en Iquitos.
El asunto es que no hay nada acerca de esta cinta en la información recopilada por la obra "El cine sonoro en el Perú" de Ricardo Bedoya ni sobre los realizadores. No se sabe qué pasó con los niños. Y en internet no encontrarán ninguna película con el nombre de "Paparri" hecha en el Perú. Incluso la empresa "Nova Film" deja dudas. ¿Tendrá Ricardo Bedoya alguna información al respecto? ¿Existió alguna vez esta película?
 

viernes, 23 de junio de 2023

Kelly Sailor - Chica Detective



Este es un blog en el cual serán publicadas las historias de la detective juvenil Kelly Sailor. Pueden leer los tres primeros capítulos de la primera historia en este link:

https://kelly-sailor.blogspot.com/

También pueden visitar el Facebook:

https://www.facebook.com/profile.php?id=100091994983862


domingo, 23 de abril de 2023

Prólogo del libro "Los misterios de Kelly"

     El género literario conocido en el mundo anglosajón como Girl Detective tiene la característica de que, en su mayoría, está dirigido primordialmente al público adolescente. Tradicionalmente, hasta hace pocos años el contenido de dichas obras solía estar limitado por la edad de la protagonista: las más jóvenes, por lo general, se encargaban de resolver desapariciones de gente que al final es hallada, o encontrar testamentos perdidos; las más adultas, en cambio, podían llegar a resolver homicidios o estar envueltas en casos de secuestro. En los tiempos actuales, en cambio, han empezado a aparecer personajes muy jóvenes como Flavia de Luce, creada por Alan Bradley, quien con apenas 11 años es una experta en venenos y se halla envuelta en un caso de asesinato en The Sweetness at the Bottom of the Pie (2009), novela ambientada en 1950. 

    Particularmente, yo no catalogaría a Miss Madelyn Mack, personaje creado en 1909 por Hugo Cosgro Weir como representante de este género, ya que el término ha quedado definido en favor de la juventud o extrema juventud de quienes integran esta corriente; por tanto, Phoebe Daring de 16 años, creada por L. Frank Baum, quien aparece en The Daring Twins: A Story for Young Folk (1911), sería la primera de este género literario, seguida por la adolescente de la alta sociedad Violet Strange, creada por Anna Katherine Green, quien protagoniza la colección de cuentos breves The Golden Slipper: And Other Problems for Violet Strange (1915). Como el título lo indica, dicha colección está dividida en “problemas”, en número de nueve, que no son sino ejercicios de deducción, cuatro de ellos con una pequeña frase agregada al título, por ejemplo, el segmento titulado Problem Two: The second bullet – You must see her. Este segmento es también el primero en el que una Girl Detective está envuelta en una investigación de homicidio, aunque ella no se encarga de encontrar al asesino.   


Nancy Drew, ideada en 1930 por Edward Stratemeyer, quien delineó la trama de las tres primeras novelas de la serie para ser llevadas al papel por Mildred Wirt bajo el seudónimo colectivo de Carolyn Keene, tenía originalmente 16 años, era atrevida, conducía un convertible azul y por momentos incluso era áspera. Stratemeyer murió ese mismo año; en 1953 le cambiaron el color de pelo al personaje, en 1959 le elevaron la edad a 18 y finalmente la editorial decidió que las primeras historias sean reescritas, suavizando el carácter de la detective. Por cierto, Nancy Drew fue la única detective juvenil en venir al Perú para resolver un misterio en The Clue in the Crossword Cypher (1961) luego de que una joven limeña, Carla Ponce, la invitara a ir a Sudamérica tras mostrarle una misteriosa placa de madera, en un periplo que las lleva desde el hogar del padre de Carla en Lima, una mansión propia de un hacendado, hasta meterse al Museo Larco Herrera en busca de pistas.


        Así, llegamos a Trixie Belden, aparecida en 1948 por la mano de Julie Campbell Tatham. Esta detective fue la más joven en protagonizar una serie de libros de misterio ya que tenía apenas 13 años en Trixie Belden and the Secret of the Mansion. Esta serie, en un principio claramente dirigida a un público adolescente femenino, se publicó hasta 1986. En un determinado punto de la serie, la autora decidió ampliar sus posibilidades uniéndola a un grupo de chicos llamados “Las codornices de Glen” quienes le eran de ayuda, incluso en sus primeros pasos en el romance. Solamente los seis primeros libros fueron escritos por Campbell, siendo la serie continuada por escritores fantasma bajo el seudónimo colectivo de Kathryn Kenny.

La detective que protagoniza el presente libro, Kelly Sailor, surgió tras repasar un par de libros y ciertos programas de televisión que me ayudaron a definir, sobre todo, la época en que se ubican sus historias. Decidí que el año 1986 era ideal ya que no había internet, ni celulares accesibles como los de ahora, ni pruebas de ADN completamente desarrolladas, ni laptops, es decir, nada de lo que aparece en las actuales series detectivescas donde los agentes más parecen expertos en informática que otra cosa. En 1986, cuando alguien estaba en la calle y quería hacer una llamada telefónica tenía que buscar una cabina o un teléfono de monedas en algún negocio; cuando alguien quería dejar un mensaje tenía que recurrir al papel. Así, la época obliga a que la joven resuelva las cosas en base a su ingenio. Aunque nunca se dice qué fue de su padre, su padrastro es teniente de homicidios, oficio similar al del padre de Ellery Queen, detective creado por Frederick Dannay y Manfred Bennington Lee en 1929.


En cuanto a la edad de la protagonista, decidí promediarla respecto a la mayoría de otras integrantes del género. Kelly Sailor tiene 14 años y, a pesar de esta corta edad, resuelve únicamente asesinatos. Asimismo, las historias no son del tipo whodunit (“quién lo hizo”) es decir, en las que no se conoce al asesino hasta que su identidad es revelada tras evaluar una serie de pistas. En las historias que componen este libro, se sabe quién es el culpable desde un principio y en la mayoría de ocasiones también se grafica el crimen. Este tipo de construcción se conoce como howtocatchem (cómo atraparlo o atraparlos). Hay trabajos tempranos de este tipo por autores como Anthony Berkeley Cox o Freeman Wheelis Croft, pero el ejemplo más popular lo tenemos en la serie de televisión Columbo, personaje creado por Richard Levinson y William Link e interpretado por Peter Falk en dos pilotos televisivos lanzados en 1968 y 1971 y a partir de este último año en una serie regular para la cadena NBC hasta 1978, retornando en la cadena ABC en 1989 a través de especiales, siendo el último de ellos emitido en 2003.

Respecto a los escenarios, casi está de más de decir que en el Perú no se puede crear o ambientar este tipo de historias. No hay escenarios adecuados para textos como el último de este libro donde el título lo dice todo. Por eso pensé en ciudades imaginarias ubicadas en el estado de Florida, USA. Por otro lado, hay que agregar que muchas de las publicaciones del género donde la protagonista es muy joven están tiznadas con coincidencias asombrosas o errores realmente groseros por parte del culpable. Pretender hacer un trabajo fino, laqueado, fiel a un canon, es para otro tipo de libros. En otras palabras, estos cuentos no están dirigidos a los amantes del género detectivesco serio. Estos cuentos son para que los chicos lean algo que los haga pensar más que las historias mediáticas de brujos, romance o vampiros.

La intención de escribir estos tres primeros cuentos de una serie de siete que son los que compondrán el universo de Kelly Sailor es mostrar que se puede hacer literatura juvenil con un lenguaje y un enfoque que difiere del resto de ejemplos en la mayoría de rasgos. El desenfado, los discutibles diálogos, los enredos, las referencias a la época de los ochentas son características imposibles de reemplazar en estos textos. En sus historias, tanto en estas como en las que vendrán, el camino de Kelly Sailor seguirá por lo ya trazado, libre de influencias externas o de cualquier otro obstáculo que pretenda cambiar, de cualquier forma, su modo de ser o actuar.


sábado, 6 de marzo de 2021

La lógica del Sr. Spock

Como todos sabemos, el Sr. Spock es un vulcano. Los vulcanos son miembros de una civilización donde la lógica ha reemplazado a las emociones cuando se trata de toma de decisiones. Supongamos que el Enterprise aterriza en un planeta donde solamente vive una especie y aparece un virus mortal que ataca a todo el mundo. Digamos que en el Enterprise se logró desarrollar una vacuna que alcanza solo para una parte de la población y tiene que ser inoculada de inmediato antes de que todos desaparezcan. Supongamos asimismo que solamente Spock o el capitán del Enterprise tienen el poder para administrarla. ¿A quiénes escoger primero? ¿A quiénes colocar en la primera línea de vacunación?

Un vulcano colocaría en dicha primera línea, por supuesto, al personal médico, pero también a los encargados de la administración de los recursos del planeta. Estamos considerando que en esa sociedad las figuras del más alto nivel hacen su tarea, manteniendo el equilibrio social y económico de la población, por lo cual no pueden ser reemplazadas intempestivamente. Pero, aun cuando los ancianos fueran más vulnerables a ese virus y con más altas probabilidades de morir, para el Sr. Spock sería impensable colocarlos en la primera línea con excepción de los que formen parte de la clase dirigente antes descrita. Aparte de dicha excepción, no podría darle prioridad a pobladores cuyo ciclo productivo y reproductivo ya terminó (jubilados, sedentes). Por tanto, en la primera línea estarían los individuos jóvenes cuyas facultades de producción económica y reproducción están en toda su capacidad, para garantizar la continuidad de la cadena industrial, poblacional y educativa.

Dicho esto, en la segunda línea de vacunación estarían los niños, aún cuando fueran menos vulnerables porque ellos representan la siguiente generación que debe ser protegida, asegurando así la continuación de la especie y la herencia de la civilización existente. Asimismo, en esta segunda línea estarían incluidas las fuerzas del orden (o el equivalente que ellos tengan) para controlar, sobre todo, posibles revueltas. Por tanto, en la última fila quedarían los ancianos, los gravemente enfermos, los desahuciados y aquellos que no constituyen un aporte para los procesos anteriormente descritos (incluyendo los criminales o, los internados en sanatorios mentales si los hubiera, e incluso deportistas de profesión o artistas).

Lamentablemente para el Sr. Spock, él no es el capitán del Enterprise. El capitán es James T. Kirk, un humano con sus características emocionales intactas. Él probablemente haría vacunar a los ancianos por ser los más vulnerables, antes que a los jóvenes. Eso es porque las características de la civilización terrestre nos impulsa a fijarnos primero en el desvalido que en el hombre entero, impulsado por un conjunto de emociones mixtas que varían entre amor y compasión. Es así como lo hacemos nosotros, porque no podemos imitar algo que se calificaría precisamente como "inhumano". El Sr. Spock, en cambio, hubiera decidido ese asunto a su manera en un segundo. Pero, claro, no somos vulcanos: si lo fuéramos, no habríamos tenido a los presidentes que ahora lamentamos haber tenido.

No sé si la campaña de vacunación será una solución para la pandemia que nos aqueja. Lo que sí sé es que no hemos dejado de actuar con la emoción, para bien o para mal, y eso es algo que no nos van a quitar por más trekkies que abunden en este planeta o discusiones filosóficas que no curan. Ojalá hubiéramos tenido, sin embargo, otra gente a cargo desde un principio y no un mitómano o dos que poco favor le han hecho al verdadero concepto de humanidad. 

jueves, 10 de diciembre de 2020

Devolver los aportes a la ONP... ¿pero de dónde?

Supongamos que tengo una jarra de agua en la cual diez personas le echan cada una, desde un recipiente, una cantidad diferente de azúcar. Uno echa una cucharadita, otro dos cucharadas, etc. A continuación revuelvo el azúcar hasta que se disuelve toda: el azúcar está allí, no la puedo ver pero si pruebo el agua compruebo que está dulce. Ahora bien, resulta que la gente quiere que le devuelvan el azúcar que se disolvió. ¿Que hacemos? Tendríamos que evaporar el agua por completo, pero ya no tendríamos agua y es seguro que parte del azúcar se quemaría. La única solución sería sacar azúcar del recipiente de donde provino y darle a uno su cucharadita, al otro sus dos cucharadas, etc.

Ahora bien, el Congreso acaba de dar una ley que obliga a la ONP a devolver los aportes efectuados por los trabajadores hasta un máximo de 1 UIT. El problema es que, al igual que en el vaso con agua, los aportes no son tangibles, todo se halla destinado a pagar pensiones de otras personas, lo siguiente que se le agregue servirá para lo mismo, y así. Algunos estiman que el fondo está, para todos los fines prácticos, quebrado. El problema es... ¿de dónde se va "devolver" los aportes de los miles de trabajadores que pusieron su dinero en ese fondo? 

La solución de sacar el dinero de lo que se halla destinado al pago de pensiones sería lo mismo que evaporar el agua, es decir, terminar de liquidar el fondo: no es viable. Entonces, habría que obtener el dinero del recipiente donde está el azúcar, o sea el erario público, el dinero recaudado de otros impuestos. Pero ese dinero está destinado para otras cosas: obras públicas, pago de remuneraciones de trabajadores estatales, etc. Luego de los bonos otorgados por el gobierno del ex presidente Vizcarra, el equilibrio del presupuesto se haría casi insostenible. Es decir, o quiebras a uno o quiebras al otro.

O podemos fabricar azúcar que no existe, es decir, imprimir billetes. Luego de los bonos de Vizcarra, el dólar subió 3.39 a 3.60, nivel en el que se ha estabilizado. Para remate, la ley es groseramente inconstitucional ya que el Congreso no tiene facultades para manejar la hacienda. Si el Tribunal Constitucional no hace su trabajo, probablemente el dólar se dispare a 3.80, la inflación se acelerará y todo por el populismo de ciertos sectores del Congreso que en este momento tenemos. Espero, sinceramente, que se opte por el camino de la sensatez.

sábado, 14 de noviembre de 2020

Otro tipo de ola


Reza Badiyi fue un director fílmico nacido en 1930 en Irán. Se mudó a los Estados Unidos donde estudió cinematografía en Syracuse (New York). Desde 1963 dirigió más de 400 episodios de conocidas series como Get Smart, Mission: Impossible, etc. etc. Estuvo casado con Gloria Turner (quien después se casaría con Vic Morrow) y durante su vida no se pudo quejar de sus logros profesionales y artísticos, así como por sus ingresos... excepto en una sola ocasión.

En diciembre de 1967, el productor Leonard Freeman le comisionó la filmación de una gran ola para la presentación de un nuevo programa de televisión que se llamaría "Hawaii Five-O" (yo no sé por qué la gente a veces lo escribe "Hawaii 5-0", siempre fue "Five" y, además, no es "cero" sino una O). Badiyi se dirigió a Oahu y pasó allí cinco días en las bellas playas soleadas (en realidad, era invierno en el hemisferio norte pero allí la temperatura de todos modos no baja de 25 grados). Hasta que finalmente encontró la ola que quería en la playa Ekuhai Beach Park, conocida como Pupukea por los lugareños y tomó las imágenes. Entonces el productor le ofreció 200 dólares por cada vez que la ola apareciera en los créditos iniciales, lo cual aceptó. 200 dólares de entonces tenían un poder adquisitivo de, aproximadamente, 1,495 dólares hoy día.

Pero, casi al terminar la primera temporada, la cadena estimó que el programa no duraría mucho, así que el productor le propuso a Badiyi renegociar el contrato: le darían 5,000 dólares (unos 37,000 dólares de hoy) por todos los derechos (descontando lo que ya le habían pagado) y dejar de lado los 200 dólares por capítulo. Badiyi simplemente se encogió de hombros y aceptó encantado. Y aquí viene lo cruel del asunto: Hawaii Five-O se extendió por 12 temporadas, incluso después de la muerte del productor Freeman. Se hicieron 279 episodios, es decir que Badiyi hubiera percibido en total 55,800 dólares de esos tiempos solamente por las imágenes de la ola. Aún tomando un promedio para calcular el valor actual a través de los años, eso no bajaría de un cuarto de millón de dólares de ahora (e incluso podría llegar a 300,000 dólares de hoy). 

Badiyi, una persona de buen carácter, al recordar esto, solía decir "sí, creo que desperdicié una pequeña fortuna". Posteriormente el iraní fue condecorado por el propio Shah y el premio Humanitas, además de ser honrado por el Gremio de Directores de América. Murió en Los Angeles, el 20 de enero de 2011, a la edad de 81 años.

La mayoría de datos fueron tomados del San Diego Reader. 

domingo, 8 de noviembre de 2020

La nueva Venezuela


Hay un país dividido en estados, donde un partido recibe el 90% del apoyo de la prensa, es financiado por billonarios a cambio de favores futuros, donde su candidato presidencial es un corrupto, racista y farsante al cual las redes sociales lo veneran mientras que a su contendor lo censuran. El candidato en cuestión fue muy amigo de un senador que decía que "la raza negra es inferior" y por ello, cuando el candidato mismo fue senador no quiso oponerse a una ley que obligaba a los estudiantes afroamericanos a ser llevados fuera de las escuelas en buses "para que no se junten con niños de otras razas". Por cierto, el susodicho aspirante presidencial se mandó el otro día diciéndole a un periodista radial "si no votas por mí no eres negro" y salió después con que no hay diversidad entre los afroamericanos (es decir, el viejo chiste ario de que "todos los negros son iguales"). 

Los militantes de ese partido proponen aumentar el número de jueces de la Corte Suprema de 9 a 13 para poner 4 de ellos a su servicio. Eso no es nuevo: Hugo Chávez se enfrentó mucho tiempo a una Corte Suprema de 20 miembros y dijo: esto hay que arreglarlo, así que en mayo de 2004 reformó todo el estado y aumentó el número a 32, tras lo cual fue imposible ganarle un juicio al chavismo. Asimismo, el partido al que hago referencia pretende abrir las fronteras para ganar muchos más votantes con vistas a otros procesos electorales, subir los impuestos y engañó a la población prometiéndoles un sistema de "salud gratis para todos" en un país donde los cirujanos quisieron cobrarle 60,000 dólares a un ciudadano por reimplantarle un dedo y a otro más de un millón de dólares por salvarlo del COVID (por cierto, la factura tiene 181 páginas).  

Ese partido también impulsa el recorte de derechos garantizados por la Primera Enmienda de su Constitución, es decir, le dice no a la libertad de expresión o cualquier cosa que no vaya con los lineamientos o agenda del partido. Por ejemplo, en una ciudad el dueño de un restaurante expulsó de su local a un comensal por usar un sombrero rojo, y cuando este fue donde un juez le dijeron que sus derechos constitucionales no estaban protegidos por la ley. En otro estado, que recientemente ha reabierto sus escuelas, una niña de 9 años fue obligada a quitarse una mascarilla negra que decía "Jesus loves me" o ser echada de la clase. La lista es larga, pero esas son las acciones que defiende y promueve ese partido.

Durante la campaña, la prensa se encargó de ocultar todas las miserias del candidato, como sus corruptos negocios con Ucrania y China y el hecho de que, cuando fue vicepresidente hace algunos años, usó su puesto para hacer despedir a un procurador ucraniano que investigaba a su hijo. Por otro lado, los mandamases de las redes sociales hicieron el resto del trabajo de encubrimiento, redes como Facebook y Twitter que censuraron a un periódico por haber hecho revelaciones acerca de las corruptelas del candidato y su familia. Ahora, como presidente, el susodicho quedará libre para seguir llenándose los bolsillos y permitir a las empresas de sus billonarios financistas mudar parte de sus actividades hacia otros lados para bajar sus costos y pagar así la marejada de dólares invertidos por ellos en su campaña. En total, el partido ha invertido 5,500 millones de dólares en estas elecciones, no solamente en candidatos y publicidad, sino en terceros cuya participación nunca quedará clara.

Y qué decir de las encuestadoras: Apoyo e Ipsos Perú son niños de brazos en comparación con lo visto en ese país. En uno de sus estados, a una senadora del partido contrario le prepararon sus maletas de despedida diciéndole que iba a perder por 6 puntos y en lugar de eso resultó ganando por 9. También dijeron que el candidato presidencial que menciono iba a ganar por 3 puntos en cierto estado y terminó perdiendo por 4. Mucho peor que las encuestas de nuestro medio que no le daban ni un solo escaño al pescadito (incluyendo las llamadas "encuestas secretas" que no lo eran tanto porque se leían en Reuters) y resultó metiendo 15 barbudos.

Finalmente, durante la elección, un estado donde el gobernador pertenece al partido se saltó sus propias leyes, las cuales dicen que solo se pueden recibir votos hasta las 8 p.m. del día de la elección, sin importar cuándo fueron emitidos, permitiendo que se reciban votos mucho después de cerrado el plazo, sin requerir ningún documento del votante y ni siquiera verificar la firma de la persona. Tuvo que venir un juez de la Corte Suprema para ordenar que esos votos, por el momento, los pongan aparte. Asimismo el procurador general de ese estado, quien supuestamente debe velar por la integridad de los comicios, dijo antes de contarse un solo voto que "el otro candidato va a perder", y en efecto, cuando su rival llegó a tener 300,000 votos de ventaja, empezaron a aparecer votos fuera de fecha para voltear la elección.

Ahora bien, ese país no es Venezuela, obviamente, pues lo puse como ejemplo en otra parte de esta entrada. Es otro país, más al norte, que ha optado por el camino de la ilegalidad, la dictadura de la información a través de una prensa repugnante, la supresión de libertades individuales, un país que debería cambiar de nombre porque lo que estamos viendo en estos momentos no es ni la sombra de lo que el mundo conocía hasta hace poco. Se ha hablado mucho tiempo de "división" en ese país. Hay que decir que ese país ya no estará dividido en estados, sino en dos bloques irreconciliables, por las acciones en contra de la democracia cometidas por el partido a quien me refiero. La verdad es que, si de división se trata, hay que decirlo: se vienen tiempos mucho peores.