Yo he procuado participar en todos los concursos literarios de cuento en el Perú desde 2004 y no tengo motivo alguno para quejarme. Cinco veces he estado en la lista de premiados, pero quisiera relatar lo pasado en los días previos a la entrega del Cuento de las 1000 Palabras de la Revista "Caretas". A ver si le sirve a alguien cuando se entere de que es finalista por primera vez.
Tres semanas antes de la ceremonia, recibí una llamada de Maribel de Paz, diciéndome que mi cuento "La sed", presentado con el seudónimo "Katari" era finalista. Asimismo, me citó para una sesión de fotos. En base a la experiencia de haber quedado tercero en ese mismo concurso el 2008, puedo decir que la "sesión de fotos" solamente la hacen con los tres primeros lugares. Si la llamada hubiera sido solamente para comunicar la invitación a la ceremonia, me hubiera tenido que resignar a una mención honrosa.
A la sesión de fotos no fue Maribel de Paz, como sí ocurrió en el evento de 2008. Faltó, pues, una dosis de imaginación a la fotografía; yo le sugerí al fotógrafo que fuéramos a un pequeño lugar en la calle donde habían plantado cierta vegetación; pero al final, solamente me tomó imágenes con un machete en alto, teniendo como fondo la pared de mi sala. En el año 2008, en cambio, acordamos ir hasta Barranco para obtener la imagen deseada.
Días después, en los estudios de Radio Filarmonía, recibí una llamada, también de Maribel de Paz. Recién ella recordó que me había acompañado en la sesión de 2008 y me solicitó una copia escaneada de mi DNI, la cual debía enviarle a su casilla de correo electrónico. Aunque la vez anterior no me pidieron eso, yo quedé convencido de que eso era para confeccionarme un cheque. Asimismo, me preguntaron cuántos invitados llevaría, hasta un máximo de cuatro, e indicara sus nombres también por e-mail. Una semana más tarde, llegaron las invitaciones al buzón de mi puerta. En ningún momento publiqué algo de eso en el facebook, no por cábala, sino porque prefería ver qué pasaba primero, de modo que solo la familia y un par de amigos estuvieron al tanto del asunto.
Cuando entré en el local de la ceremonia, lo encontré lleno de personajes fantasmales, como los que se muestran en el video, abajo. Cuando empezaron a anunciar los nombres de los finalistas, yo me quedé atrás, confiado en que me llamarían cuando les tocara el turno a los tres primeros lugares. Entonces, mi padre preguntó a alguien que no pude ver porque le estaba dando la espalda, pero presumo que fue a alguno de los "fantasmas", a qué se debía la presencia de dichos personajes. "Me han dicho que es por el tema del cuento que va a ser premiado", le respondieron, algo que yo alcancé a escuchar. Respiré con una sonrisa: en ese mismo momento supe que yo había ganado el concurso.
Puedes explicar como enviar el cuento. ¿Debe tener caratula? ¿el seudónimo debe estar con la caratula? explica, por favor cómo lo enviaste.
ResponderEliminarPara el concurso de Caretas de ese año, mis ejemplares tenían una primera página, a modo de carátula, solamente con el nombre del cuento ("La sed") y debajó el seudónimo ("Seudónimo: Katari"). El cuento empieza a partir de la segunda página. Las páginas estaban numeradas, aunque las bases no lo exigían. Las bases de este año tampoco indicaban una fuente específica, de modo que usé una fuente Arial 12 a 1 espacio y medio.
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