miércoles, 15 de diciembre de 2010

Los idiotas de Gregory

"Hey, Idiot!: Chronicles of Human Stupidity" es una recopilación efectuada por Leland Gregory en 2003. Básicamente muestra cuán bruto puede llegar a ser el ser humano con el entrenamiento adecuado. Incluye segmentos sobre excusas idiotas, idiotas en educación, gobierno, medicina, abogacía, etc.
Tradicionalmente, cuando alguien empieza a escarbar en un género tan poco apacible como la estupidez humana, no lo hace de manera seria. Probablemente porque la seriedad no vende. Y esto se comprueba revisando el libro de Paul Tabori o bien el ensayo de Carlo Cipolla sobre las leyes básicas de la mencionada estupidez. Y ni hablar del famoso dicho de Einstein: "Hay dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana; y de la primera no estoy muy seguro."

A continuación algunos ejemplos recopilados por Gregory:

Una mujer en Hamilton, Ontario, que estaba dándole el pecho a su hijo dentro de una piscina pública fue desalojada por el salvavidas a cargo. Posteriormente, ante la denuncia hecha por la mujer, los administradores dijeron que no se le desalojó por considerar alguna "exposición indecente", sino porque sus reglamentos establecen que estaba prohibido dar alimentos o bebidas a personas que se hallan en la piscina.

Un hombre acusado de intentar escapar de la autoridad al acelerar y casi atropellar a un oficial de policía, dio una explicación difícil de creer ante el juez. Adujo que sus dos perros tuvieron la culpa. El hombre indicó que uno de los perros puso una pata sobre el embrague y a continuación el otro accionó el acelerador. Me pregunto cuál será la excusa que dará Fiorella Cayo por lo que ella hizo.


Se ha oído muchas veces la expresión "el cheque está en el correo", pero esto no se aplica para los empleados postales de Norfolk, Virginia. Resulta que la oficina de correos perdió el correo donde se hallaban los cheques de bonificación navideña de los propios empleados postales. Bruce Theatte, director financiero de la oficina postal, dijo que esperaba que esta ironía no afectara la confianza de los ciudadanos.

Cuando el escultor Jack Dowd se preparaba para exhibir su trabajo
"El hombre y su perro", en el parque Tompkins Square, New York, las autoridades municipales le recordaron que debía respetar las normas sobre canes de la ciudad, de modo que se aseguraron de que "el hombre" (es decir, el de la estatua) tuviera al perro sujeto por una correa de bronce.

Una joven en Kenya se incrustó, de alguna manera, un frijol en el oído. Su familia lo llevó al médico local, quien en cuestión de minutos se lo extrajo. El médico entonces extendió una factura por 350 shilling (unos US$ 5.75). Como la familia no disponía de todo el dinero (solo tenían 275 shillings), el médico cogió a la niña y le volvió a meter el frijol en el oído. El caso terminó siendo investigado por la Asociación Médica de Kenya.


El juez Philip Mangones, de Keene, New Hampshire, declaró inconstitucional una requisa de drogas hecha en el dormitorio de dos estudiantes de la Escuela Superior Estatal de Keene. Los estudiantes habían permitido a las autoridades entrar a sus cuartos, donde encontraron seis onzas de marihuana, tras lo cual fueron arrestados. El juez falló en favor de los alumnos, aduciendo que "estaban tan drogados que no podían saber que estaban consintiendo la requisa", por lo tanto era ilegal.


Asimismo, en este libro podrá leer acerca del bombero que quemó la estación al dejar aceite hirviendo al salir a combatir un incendio, el jugador de billar de 58 años que fue suspendido del deporte por haber dado positivo para una hormona de desarrollo muscular, etc. Revisando algunas reseñas, se nota que hay muchas personas a las que les cuesta creer que los casos son reales.

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