miércoles, 19 de agosto de 2015

Medidas desesperadas

Discutiendo entre amigos acerca de la ola de delincuencia y la debilidad del gobierno para combatirla, descubrí que las personas que están en el límite de convertirse en vengadores anónimos están más cerca de lo que uno cree. Mis amigos Guillermo, Daniel y yo, en una reunión, planteábamos algunas alternativas para combatir este flagelo, hasta que Guillermo propuso esto:
- Este gobierno no va a hacer nada y las leyes del "demócrata" Cateriano no van a servir absolutamente para nada. Aquí se necesita que entre un outsider y lance un decreto que rija por 60 días: Declarar el estado de emergencia y el toque de queda debido a la ola de violencia emprendida por la delincuencia, común u organizada, que ha puesto en peligro la integridad y estabilidad de la sociedad. Las Fuerzas Armadas asumirán el control del orden mientras dure el estado de excepción, etc. Asimismo, especificar que los actos por los cuales se establece este régimen son: Asalto a mano armada, extorsión y sicariato. Es una base amplia, ya que incluye a los marcas, construcción civil, raqueteros ...
- ¿Y luego?
- Se decreta asimismo que la Policía Nacional actuará en conjunto con las Fuerzas Armadas en el cumplimiento del régimen de excepción, entregando a los elementos disociadores al Ejército para que proceda conforme a los parámetros de este decreto.
- Es decir que la Policía, en lugar de entregar a los delincuentes al Ministerio Público para que los suelten en tres días, deberán entregarlos al Ejército para que los maten...
- No tienes por qué decirlo así, hombre, pero es perfectamente constitucional. Tú sabes que las garantías individuales se suspenden automáticamente y si se incurre en los actos que motivan el estado de excepción, no hay crímenes de guerra. También sabes, perfectamente, que durante un toque de queda, el ejército puede matar a los que no se someten a dicho reglamento.
- O sea, quieres hacer como en un capítulo de Star Trek, donde un planeta lleno de felicidad y la bondad se logró hacer a base de ejecutar a cualquiera que cometiera un delito.
- No, pues, no exageres, más seriedad. Esto se refiere a los que incumplan específicamente con los delitos descritos y además, que sean flagrantes o con videos que muestren la participación de estos elementos. Con "flagrante" me refiero no solo a los actos en plena calle, sino a los actos efectuados por sujetos cumpliendo condena.
- ¿Es decir que si un empresario de Gamarra recibe una extorsión desde la cárcel, y se comprueba el número de teléfono desde el cual fue hecha esa llamada, el ejército puede ir a esa cárcel y ejecutar al delincuente?
- Por supuesto. El delincuente está incurriendo en uno de los supuestos por los cuales se ha establecido el estado de excepción.
Nos quedamos callados un momento. Estábamos sorprendidos, pues lo que había bebido no era lo suficiente como para que se le subiera a la cabeza. Entonces, él prosiguió.
- Hace muchos años, el dictador de Zaire, Mobutu Sese Seko, organizó una pelea de box entre Muhammad Alí y George Foreman, con una bolsa de 10 millones de dólares, que hoy serían 50. Empezaron a llegar muchos turistas y reporteros a la capital, Kinshasa. Pero también empezaron a salir de sus guaridas conocidos rateros, asaltantes y malvivientes a hacer de las suyas con las cámaras y las billeteras de los recién llegados. ¿Sabes lo que hizo Mobutu?
- ¿Qué hizo?
- Agarró a 100 de esos conocidos prontuariados, los metió en una base militar y ejecutó a la mitad. Al resto los soltó con un mensaje para que lo transmitan a los demás que aún estaban en las calles: "Aquí mando yo". A partir de allí, Kinshasa se convirtió en la ciudad más segura de Africa.
- ¿O sea que quieres aquí a un Mobutu...?
- Claro que no, pero esa es la ventaja que tenemos: Ni siquiera es necesario alguien con la personalidad de un Mobutu, solamente basta que el régimen siguiente se ponga los pantalones y hacer todo constitucionalmente.
- Guillermo, la historia prueba que este tipo de ejecuciones no es propio de los regímenes constitucionales. Únicamente los dictadores son capaces de...
- Disculpa - interrumpió Guillermo - ¿Puedes decirme durante qué dictadura ocurrió la matanza de los penales en 1986, incluyendo el bombardeo del Frontón?
Qué ibamos a decir. No nos atrevimos a argumentar que esas matanzas no estaban relacionadas precisamente con la delincuencia común, sino con el terrorismo, porque hubiera sido alargar la cosa inútilmente. Simplemente le llenamos otro vaso, porque es obvio que no íbamos a llegar a ningún lado: Guillermo ya había llegado a su límite.

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo con don Guillermo: ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Lamentable que durante el gobierno de un "militar", el país se encuentre en el peor momento de su historia en cuanto a seguridad ciudadana se refiere. Ni en la nefasta época de García en los 80s se vio tanto frío por las puras alverjas (o por un celular, un par de zapatillas o 10 soles, como mínimo).

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