jueves, 6 de octubre de 2011

De toreros... y toreados

Llegó el mes morado y con él la aberrante posición de los taurinos, quienes defienden, literalmente "a capa y espada", esta variante luminosa del circo romano que se hace llamar tauromaquia. Y empezarán, por supuesto, las protestas de los grupos antitaurinos, defendiendo al toro que comen sus hijos en el almuerzo o en el McDonalds, acompañado de su respectiva Inca Kola light.
El problema con estos últimos es irse, contra su propia naturaleza, del lado del animal, razón probable por la cual han fracasado en todos sus intentos por abolir esta fiestucha hecha sólo para el deleite de un grupo muy selecto de familias, la mayor de ellas la ilustrísima y nunca bien ponderada familia Miró Quesada, que ya debe estarse emperifollando para lucirse en los tendidos y apreciar de cerca "la fiesta más culta que hay en el mundo", según Federico García Lorca, a quien, como buen gay, le encantaba el pasito amanerado que usan los diestros antes de clavarle las banderillas a los animales.
Pero, a ninguno de estos pececitos dorados le interesó jamás que haya un ser humano dispuesto a matarse, para júbilo de una caterva de morbosos que año tras año compran sus abonos (qué nombre tan apropiado) para las corridas. Peor todavía en un país como el Perú, donde, según una encuesta de 2008, casi el 80% de personas están en contra de su realización. Pero los antitaurinos, dale que dale con el pobre toro, el pobre animal, el pobre cuadrúpedo... ¿Y qué hay del torero? Estimados taurinos y antitaurinos: se habla de banderillas y estocadas... ¿y las cornadas no cuentan? ¿No saben acaso cómo murió el torero valenciano Manuel Granero y Valls? Un toro llamado “Pocapena” le metió un cuerno por el ojo derecho, sacándole por la cuenca la masa encefálica. Tenía apenas 20 años de edad. Qué linda es la fiesta brava…
Pero lo más apestoso de esto es que los señores organizadores de las corridas... ¡no quieren pagar impuestos! Según ellos, no deben pagarlos porque el "arte del toreo" es un espectáculo "cultural". Yo no me explico cómo se puede decir, en una sociedad supuestamente civilizada, que debería declararse "cultural" un espectáculo donde muere gente. Señores Miró Quesada, señores del Colegio de Abogados de Lima Norte que plantearon una demanda de inconstitucionalidad contra el pago de impuestos, explíquenle a la ciudadanía qué puede tener de cultural una muerte como la de Granero, o como las de Manuel García Cuesta "Espartero", José Cubero "El Yiyo", Francisco Rivera "Paquirri", Manuel Báez "Litri", Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", y dejo de enumerar porque se me cansan los dedos. Y que lo expliquen también los miembros del TC que, a pesar de haberles pateado el culo a los demandantes respecto al pago de impuestos en mayo de este año, agregaron en su sentencia (fundamento 33) que "sí son espectáculos culturales", a pesar de que anteriormente habían dicho que no, en un fallo de 2005.
Esa es, pues, la cuestión. Una facción taurina petulante y una antitaurina desorientada. A los taurinos, que seguirán discutiendo el pago de tributos con argumentos vomitivos, los dejo diciéndoles esto: Ya es bastante con ser inhumanos... para graduarse también de conchudos. Y para los antitaurinos que, en vez de replantear su lucha, se dedican a hacer cosas tan estúpidas como "La Marcha de las Vacas Viudas", les dedico un pensamiento: "Qué pobre debe ser un toro... para que lo defienda un caballo".

Imagen tomada de aquí:
http://www.woostercollective.com/2008/11/shit_were_diggin_ji_lees_dead_bull_as_se.html


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