A veces uno quiere escribir algo que requiere documentación y se siente frustrado al ver cómo las ideas se van escapando, huyendo, disolviéndose a medida que no se halla lo que se quiere. Peor aún cuando las cosas que uno busca deberían estar a la mano, por ser de trascendencia histórica y estar referidas a nuestra cultura.
Para ilustrar esto, me referiré a cierto concurso de cuento que una asociación, interesada en la conservación del patrimonio arquitectónico, convocó hace poco. El cuento debería referirse al futuro Ripley chileno, que alguna vez fuera lugar de reunión de la sociedad cultural limeña, el Palais Concert. Obviamente no iba a tratar de escribir un cuento como "El Derby de los Penúltimos"... pero sí algo presentable. Así que me dirigí a la Biblioteca Nacional y consulté el catálogo automatizado, para empezar. Mejor me hubiera en casa, porque lo que obtuve fue esto:
Para ilustrar esto, me referiré a cierto concurso de cuento que una asociación, interesada en la conservación del patrimonio arquitectónico, convocó hace poco. El cuento debería referirse al futuro Ripley chileno, que alguna vez fuera lugar de reunión de la sociedad cultural limeña, el Palais Concert. Obviamente no iba a tratar de escribir un cuento como "El Derby de los Penúltimos"... pero sí algo presentable. Así que me dirigí a la Biblioteca Nacional y consulté el catálogo automatizado, para empezar. Mejor me hubiera en casa, porque lo que obtuve fue esto:
Así es. La BNP tiene más de 20 millones de ítems, y no hay ni uno solo referido al Palais Concert. Ni uno solo. Esa es la clase de difusión que nuestras instituciones proveen al público respecto a lo que aún es considerado patrimonio, aunque nosotros mismos hayamos colocado en dicho local una discoteca apestosa que ya fue clausurada, el mismo local que dentro de poco estará lleno de hornos de microondas, aspiradoras y cámaras digitales. Le iba a preguntar a algún bibliotecario. Pero ¿de qué sección? Así, quedaba el recurso de preguntar por las revistas antiguas, la revista Mundial, por ejemplo, para enterarme de algunos de los chismes de aquel entonces. No fue sorprendente la respuesta: solo se halla disponible para investigadores. Como casi todo lo interesante de allí. Hace diez años, hubiera ido al jirón Amazonas a revisar un par de números... pero ahora, como que no me entraron muchas ganas.
Otro ejemplo de este asunto de falta de información me ocurrió cuando quise escribir un relato acerca de una mujer andina a la cual se le niega atención para el parto: para ser sincero, jamás he llegado más lejos viajando hacia el centro que Matucana. Y en otra ocasión pretendí relatar el diario de un soldado antes de la campaña de Junín. Eso debería haber sido menos complicado, pero no resultó así. Por eso prefiero la literatura fantástica: es más fácil inventar. Tal vez en otros países, donde las bibliotecas le dan al usuario un acceso más completo a la historia, se podría desarrollar todo lo que uno quiera. Pero, por lo visto, no es el caso del Perú.
Otro ejemplo de este asunto de falta de información me ocurrió cuando quise escribir un relato acerca de una mujer andina a la cual se le niega atención para el parto: para ser sincero, jamás he llegado más lejos viajando hacia el centro que Matucana. Y en otra ocasión pretendí relatar el diario de un soldado antes de la campaña de Junín. Eso debería haber sido menos complicado, pero no resultó así. Por eso prefiero la literatura fantástica: es más fácil inventar. Tal vez en otros países, donde las bibliotecas le dan al usuario un acceso más completo a la historia, se podría desarrollar todo lo que uno quiera. Pero, por lo visto, no es el caso del Perú.
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